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El mate es una infusión natural que se prepara con las hojas molidas de un árbol exclusivo de las regiones subtropicales de América del Sur (Ilex paraguariensis), dentro de un recipiente, que puede ser por lo general de calabaza, pero también de madera, metal vidrio u otro elemento que sirva para tal fin. Este es bebido a través de una bombilla, elemento de metal o caña con un área inferior que actúa como filtro para que la yerba molida no pase, al ser succionada.
Esta infusión es una de las tradiciones más importantes de Argentina, Uruguay, Paraguay y sur de Brasil y en los últimos años ha ido tomando notoriedad y popularidad en otros países.
El mate es símbolo de amistad, unión, de compartir, de rondas enteras de charlas, horas de estudio, descanso y distracción, pero también para algunos representa una parte importantísima de su alimentación.
Sus orígenes se remontan al pueblo guaraní, que bebía una infusión de hierba molida, llamada “caa-mate”, cuyo significado es: caá “planta o hierba” y mate viene de “mati”, que es la denominación de la calabacita que se usaba como recipiente.
Gracias a los jesuitas y su comercialización dentro del imperio español, esta bebida comenzó a tener popularidad en esos tiempos (siglo XVII), además, se le atribuía propiedades energéticas y de salud. Se decía que, a los guaraníes, estas hojas les daban mayor resistencia para las largas marchas o para realizar las labores diarias.
Hoy en día se sabe que esta infusión tiene muchas propiedades y elementos importantes para la salud humana. Es una fuente rica en vitaminas y minerales, como el potasio y magnesio y es, además, abundante en fitonutrientes y fitoquímicos como antioxidantes, desintoxicantes, fitoestrógenos y reguladores celulares.
El mate encierra una gran tradición y muchas costumbres diversas según sea el lugar en donde se consuma. Siempre llama la atención de los visitantes, que no logran entender esta tradición al principio, pero que la ven con mucha curiosidad y simpatía.
En relatos antiguos de viajantes de otros países, que llegaban a explorar estas tierras se destacaba que el mate atravesaba todos los estratos sociales, unía e igualaba, era consumido por ricos, pobres, amos, esclavos, nativos, españoles, hombres, mujeres, jóvenes y viejos. Incluso se compartía entre miembros de diferentes posiciones sociales, como esclavo y patrón.
Esta sin duda es una de las características más llamativas de esta tradición tan arraigada por los habitantes de Argentina y Uruguay.
Hay pocas tradiciones tan peculiares y amigables como el mate, este se comparte siempre y no se le niega a nadie, siempre es bienvenido a beberlo por aquel que gusta del mate o aquella persona interesada en probar su sabor.
Se lo bebe en cualquier horario, ya sea para el desayuno, media mañana, merienda, después de la cena, también por la noche en alguna reunión de amigos o cuando se esta estudiando. Es la mejor compañía para los estudios, gracias a sus propiedades estimulantes que ayudan a mantenerse despierto y atento.
Posee un sabor amargo que llama la atención y la primera vez que se prueba puede resultar un tanto rara, pero de apoco se va adaptando al mismo y si está bien cebado, se logra disfrutar muy rápidamente.
En Argentina se le ha dedicado oficialmente su propio día y en 2013 el mate ha sido declarado «infusión nacional» por el Congreso de la Nación, sancionando la ley en diciembre del 2014. De esta manera, el 30 de noviembre de 2015 fue la primera vez que se celebró el Día Nacional del Mate.
En Uruguay también es considerado como una bebida nacional destacándose, además, como el país con el mayor consumo per cápita de yerba mate a nivel mundial, consumiendo por persona 8 kilogramos al año.
En Paraguay, noreste de Argentina y sur de Brasil se lo bebe también con agua fría o jugo, “por las altas temperaturas y se lo conoce como “Terere”
El consumo del mate es una de las costumbres más extendidas por todo el territorio del país, tanto en zonas rurales como urbanas, así como también a través de todas las clases sociales.
Cuando uno llega a la Patagonia, seguramente vera a los choferes, guías y personal de atención o de defensa tomar mate. No hay un lugar donde no se beba esta infusión.
En la parte sur de chile, se incorporó desde el inicio de la colonización la costumbre de tomar mate, principalmente por los trabajadores de campo, que en aquel entonces compartían muchísimo las tradiciones culturales del Gaucho y el Puestero (como se denomina a la persona que está encargada de custodiar y trabajar en cierta parte delimitada de campo de una estancia). Así es como hoy en día esta tradición se traspasa de padres a hijos y sigue perdurando como algo normal y rutinario en cada hogar.
Si algo caracteriza al personal de campo, es que siempre que llega un visitante, lo primero que se ofrece es el mate. Para esta tradición no hay desconocidos, sino alguien con quien compartir.
Formas de beberlos, recipientes, bombillas y variedad de hierbas mate, hay casi como habitantes. Cada uno tiene su propia tradición, sus gustos particulares por las marcas y formas de las Yerbas Mate que hay en el mercado, bombillas, Mates (recipientes para tomarlo) y agregados.
Siempre hay quien prefiere tomarlo simplemente amargo, con azúcar, edulcorantes, agregados de hierbas medicinales, leche, fríos, muy calientes o dentro de frutas.
Paso a paso: cómo preparar un mate amargo tradicional
1- Calentar agua a punto de ebullición –entre 70 y 80ºC- sin dejar que hierva, es sumamente importante que no hierva el agua, sino la infusión no queda bien y pierde las propiedades.
2- Llenar 3/4 partes del mate con yerba.
3- Tapar la boca del mate con la mano, invertirlo boca abajo y sacudir suavemente para quitar el polvo y que quede bien armado.
4- Desplazar hacia un costado la yerba que está en el mate, dejando un espacio libre para poder ir rellenándolo con agua. Es muy importante agregar agua tibia en el costado que tiene menos yerba, para que esta empiece a humedecer el fondo e hincharse lentamente. A medida que la yerba absorba el agua y baje el nivel, se vierte de a poco más agua, hasta llegar al tope, pero sin mojar completamente la otra mitad.
5- Una vez que se tenga bien húmeda la mitad del mate, se toma la bombilla, se tapa la boca de la misma y se la introduce en un ángulo de 45 grados, hasta que toque contra la pared interna y el fondo. Una vez introducida la bombilla no se la mueve más.
6- Agregar agua caliente lentamente por el lado de la bombilla, hasta que la superficie se llene de espuma.
¡Ahora si el mate está listo para disfrutar!
Yerba Mate: es el nombre de la hierba utilizada para tomar mate. Su denominación científica es: Ilex paraguariensis.
Mate: es el nombre del recipiente utilizado para servir/cebar la infusión. También es el nombre que se la da a la infusión ya preparada.
Bombilla: Canícula que se utiliza para llevar la infusión desde el recipiente (mate) hasta la boca. Este proceso se realiza a través de la succión.
Cebar: es la acción de preparar y servir el mate.
Cebador: persona que prepara y sirve el mate.
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